KALIENTE CON MAS FUERZA QUE NUNCA NUMERO UNO EN TODO EL PERUEmbrujo Kaliente
Tocan una de las canciones que más se escuchan en estos días en las calles, "El embrujo", aunque pocos saben que este tema –tocado por casi todos los grupos de cumbia– les pertenece. Se llaman Kaliente y desde hace siete meses no regresan a su tierra natal, Iquitos, porque están recorriendo todo el país con su música. Domingo les dio alcance en Cañete.Hace unos minutos ha empezado a cantar esa canción que ha hecho conocida su voz por todo el país y abajo, entre el público, una chica se echa cerveza en la cabeza como si fuese un vano intento de exorcizar los demonios que la han traído a este concierto donde la música de Kaliente ha transformado el local en un hervidero de éxtasis.
Al mismo tiempo, la bailarina Analí Alamos se contornea en el escenario como una serpiente herida. Resulta sorprendente la vitalidad de todo el grupo que recién había llegado a Cañete luego de viajar sin parar durante más de quince horas desde Paita en una cúster. Cuando arribaron los esperaba un local vacío, una hora después alrededor de dos mil personas movían el cuerpo y levantaban los pies al ritmo de Kaliente.
Puro fuego
Más rápida que esa cúster, las canciones de este grupo de Iquitos ya habían viajado por todo el Perú desde fines del año pasado. Para entonces estos muchachos solo eran conocidos en los linderos de nuestra selva a pesar de que el grupo había sido fundado hace cuatro años por Rubén Sara, un empresario de Iquitos. La fama del grupo no se había elevado tanto como para cruzar la Cordillera de los Andes, pero Sara confiaba en que algún día darían el gran salto, no en vano le había pedido un paquete de canciones a uno de los compositores más conocidos de la cumbia nacional, el piurano Estanis Mogollón.
Fue hace dos años, en una presentación por el Día de los Enamorados en un hotel de Iquitos, cuando les tocó compartir escenario con Eddie Herrera. Entonces el dominicano escuchó una canción en la boca de Gerald García que decía "Cómo hago ahora/para no llorar/para no sufrir/para olvidar". Al día siguiente Herrera pidió públicamente en una radioemisora la autorización para grabar la canción y así los Kaliente se hicieron más conocidos.
No pasó mucho tiempo para que Sara pidiera otro paquete de composiciones a Mogollón. Entonces grabaron "El embrujo" y otros temas de gran acogida como "Déjame contigo", "Solo", "Siento que te vas" y "Basta de callar", canción interpretada por Yeslín, iquiteña de 16 años. Con la suma de otros cantantes estrella, Gerald García y Esaud Suárez, y un atractivo grupo de bailarinas, el estilo se hizo conocido.
Sumergido en el mundo de la cumbia, Rubén Sara cuenta que hace año y medio invitó a Iquitos a la orquesta Caribeños de Guadalupe para una presentación junto a Kaliente. El año pasado Sara llegó a una radio de Trujillo para promocionar el material de su grupo y entrar por fin al mercado norteño. Sorprendido, en la recepción escuchó que el disjockey anunciaba "El embrujo" como "el último éxito" de los Caribeños.
"Era mi grabación, solo le habían borrado la parte en la que decía ‘somos Kaliente, Iquitos, Perú’; les reclamé a los Caribeños y me dijeron que pensaban que mi grupo nunca iba a salir de la selva por lo que el material se estaba desperdiciando. Ahora el caso está en el Poder Judicial", relata.
Una fiebre que se expande
Las canciones de Kaliente elevan la temperatura de sus seguidores. En los conciertos, la alegría conduce al público, incluso femenino, a protagonizar las más insospechadas ocurrencias.A inicios de este año, las canciones originales de la agrupación charapa ya eran conocidas en el norte peruano. Para el Día de los Enamorados se presentaron en Piura y desde entonces el celular de Sara no ha dejado de sonar, pues empezaron a viajar por todo el país en su moderno bus cama."El embrujo" no demoró en llegar a Lima debido a que varias orquestas de cumbia la tocaban en sus conciertos sin siquiera saber su nombre. De eso se enteraron los programadores de varias radios y compraron las grabaciones pirata para difundirlas. El tema ya había pasado la prueba de fuego: ser aclamado en masivos conciertos de distritos populosos de la capital. Recién la semana pasada la agrupación visitó radios capitalinas.
Hoy el grito característico "¡Somos Kaliente, Iquitos, Perú!" suena en cualquier esquina, microbús o combi. En el concierto de Cañete, por ejemplo, Rubén Solís (21) se proclamaba fan número uno del grupo en ese pueblo. En primera fila no se cansaba de corear los temas, se compró una vincha de sol, subió a tomarse una foto en el escenario a cambio de seis soles y coronó la noche con un beso a Marilia Gonzales luego de interpretar la tierna "Basta de callar".
En verdad, nadie quería que el grupo se quedara mudo, pero los muchachos de Kaliente debían ir a otra presentación en Chincha y a la gente no le quedó otra alternativa que apagar el fuego con cerveza bien helada. Tremendo embrujo el de estos músicos del oriente del Perú.